No te pierdas el “Aluminium Show” en el teatro Arteria Coliseum a partir del 1 de junio, donde se narra la historia de una máquina recién nacida en busca de sus padres atrevesando un mundo futurista. Teatro visual, danza, movimiento y mucho humor durante seis semanas. A partir de octubre estarán de gira por toda España.
Bailarines y actores dan vida a materiales industriales de color aluminio para narrar la historia de una máquina recién nacida que busca a sus padres. Durante su travesía por un mundo futurista, dominado por la tecnología estrafalaria, el pequeño artilugio encontrará aventuras y emociones junto a un amigo humano, que está dispuesto a hacer lo que sea por devolverle a casa sano y salvo. Esto es \’Aluminum Show\’, una comedia visual y ecológica.
Esta peculiar versión de la relación hombre-máquina, creada por el bailarín israelí Ilan Azriel, ha triunfado en los principales escenarios de más de 30 países y llega este primero de junio a España. Trae teatro visual, danza, movimiento y mucho humor a las tablas del teatro madrileño Arteria Coliseum. De octubre a diciembre estarán de gira por toda España.
La comedia visual, como la define el director de la productora Let\’s Go Company, utiliza materiales rescatados de fábricas israelíes para construir el decorado, vestir a los actores y bailarines e interactuar con el público. Su conjugación con los efectos visuales, especiales y la música prometen, según el creador del show, un espectáculo sin precedentes: “Es el primero en el mundo y siempre es diferente porque la interpretación del mensaje queda siempre de parte del público”.
Pese a no tener diálogos, la danza juega como elemento narrativo para contar la historia de \’Slinky\’, como se llama la máquina bebé. Es el bagaje cultural de cada país lo que enriquece el mensaje que quiere trasmitir Azriel en cada una de sus presentaciones. “Es muy interesante porque en cada lugar donde se ve el show se interpreta de manera diferente. En África causó mucho impacto porque la gente no conocía los tubos de aluminio”, señala el también director artístico que comenzó su carrera como bailarín de ballet a los 10 años.
Tras su estreno en 2003, el espectáculo ha ido evolucionando. No solo han cambiado varias veces el escenario, el vestuario y el diseño de la iluminación. “Todo el tiempo busco algo típico de cada país para meter dentro de la obra. En México usé un gran sombrero, pero aún no consigo ese elemento que identifique lo español”, comenta Azriel para quien no importa la edad que se tenga porque el show es “ilusión, fiesta y magia”.