LA RECUPERACIÓN DE ALUMINIO DE LAS CENIZAS DE INCINERADORAS
En Europa podrían recuperarse cada año, a partir de las cenizas, hasta 200.000 toneladas de aluminio.
La recuperación de metales provenientes de las cenizas de las plantas incineradoras puede representar una importante contribución hacia una Europa más eficiente en recursos, según ha informado recientemente la Asociación Europea del Aluminio (EAA) . El Grupo de Embalaje de esta asociación y la Confederación Europea de Plantas Incineradoras con Recuperación de Energía (CEWEP) estima que, para el conjunto europeo, podrían recuperarse cada año, a partir de las cenizas, hasta 200.000 toneladas adicionales de aluminio siempre que los gestores locales de gestión de residuos inviertan en equipos de separación y que los Estados miembros adopten un enfoque más ambicioso para prevenir la eliminación en vertederos. Con el fin de crear un entorno más eficiente de los recursos europeos es esencial detener el vertido de residuos reciclables y recuperables.
Gracias al volumen de las materias primas recuperadas de las cenizas provenientes de incineradoras, tanto estas plantas como la industria del aluminio contribuyen activamente a una mayor reducción del impacto medioambiental de los residuos y, por lo tanto, ayudan así a mejorar la eficiencia de los recursos en Europa, utilizando los residuos como un valioso recurso siempre que sea posible. La cantidad adicional de aluminio reciclado por esta vía se traduciría en un ahorro de gases de efecto invernadero de 1,8 millones de toneladas anuales (equivalente a retirar 60.000 automóviles de las calles).
Varios países europeos ya reciclan las cenizas de incineradoras resultantes de la combustión de los residuos domésticos. Los metales férricos y no férricos de los residuos se extraen de las cenizas y pueden convertirse en nuevos productos como bicicletas, marcos de ventanas o piezas fundidas de aluminio para la industria de automoción. Otros minerales restantes se utilizan como agregados secundarios, por ejemplo en la construcción de carreteras o en la construcción.
Un número cada vez mayor de plantas de incineración con recuperación de energía y plantas gestoras de cenizas, en países como Dinamarca, Alemania, los Países Bajos, Bélgica, Suiza, España e Italia, están invirtiendo en las últimas tecnologías disponibles de clasificación, apoyadas por la creciente necesidad de materias primas en Europa y por los precios de la chatarra.
La industria del aluminio utiliza estas cantidades adicionales de material reciclado como materia prima. Sin embargo, tanto EEA como CEWEP defienden que la opción preferida sigue siendo la preclasificación y recogida selectiva de envases de aluminio tales como latas de bebidas, aerosoles y bandejas de alimentos, entre otros.
Pero si no se separan estos envases de los residuos domésticos y no se depositan en el contenedor amarillo para su posterior reciclado, pueden acabar en incineradoras, donde el proceso de combustión ayuda a limpiar y separar los metales e inertes del resto de los residuos. Una vez en las cenizas, es posible la separación y recuperación de metales no férricos mediante el uso de separadores de Corrientes de Foucault y otra maquinaria de detección de rendimiento considerablemente alto. Normalmente, una tonelada de cenizas de incineradora contiene entre un 10-15% metales férricos y no férricos, de los cuales 15-20kg son aluminio.