En esta entrevista, el director general de la Asociación Latas de Bebidas nos explica los cambios tecnológicos que ha experimentado este envase en nuestro país, su creciente sostenibilidad y cómo afrontar un futuro donde la circularidad es cada vez más protagonista en la gestión de residuos de envases.

1. ¿Cómo describiría La Asociación de Latas de Bebidas? ¿Cuáles son sus objetivos principales?

Es una entidad sin ánimo de lucro formada por las compañías que fabrican latas de bebidas en España y Portugal. Formamos parte de Metal Packaging Europe (MPE), la entidad que agrupa al sector del envase metálico en Europa. Nuestros objetivos son representar a la lata de bebidas como ejemplo de envase moderno, sostenible e infinitamente reciclable y promover activamente su reciclado. Nuestro principal reto es que la lata juegue un papel protagonista en una economía responsable y circular como la que demanda nuestra sociedad.

2. ¿Qué proyectos e iniciativas se desarrollan para alcanzar los objetivos?

A lo largo de nuestros 25 años de vida hemos llevado a cabo todo tipo de actividades: junto a envasadores, organizaciones de consumidores y otras entidades participamos en proyectos de divulgación de hábitos de comportamiento sostenibles, promoviendo la prevención y el reciclado. Concretamente, a través de nuestro proyecto Cada Lata Cuenta sensibilizamos sobre la importancia de la correcta separación de las latas cuando se consumen fuera del hogar. Con esta iniciativa desde hace años estamos presentes en festivales, fiestas populares, playas y eventos deportivos, llevando a la gente el mensaje reciclador de manera lúdica y divertida.

3. ¿Qué características tienen las latas de bebida que actualmente se ponen en el mercado? (materiales, reciclabilidad). ¿Cuál es la tendencia en cuanto a materiales?

La lata es un envase perfectamente ecodiseñado. Cualquier lata de bebidas es íntegramente reciclable pues carece de etiquetas, tapones o elementos de cierre que puedan comprometer su reciclado. Es un envase que se ha aligerado hasta el extremo, ya que apenas utiliza 13 gramos de metal para contener, proteger y transportar de forma segura 330 gramos de bebida, soportando una presión interna mayor que la de un neumático. La gran mayoría de las latas que se consumen en España son ya de aluminio, que es un material permanente y cuyo reciclado conlleva importantes ahorros energéticos, pues reciclar una lata sólo requiere un 5% de la energía necesaria para fabricar una nueva.

4. ¿Podría ilustrarnos el consumo y el reciclaje de las latas de bebidas en España y Portugal con algunos datos?

España es el segundo mercado más grande de latas de bebidas en Europa, sólo por detrás del Reino Unido. En 2021, el consumo de latas de bebidas en España creció un 5,3%. Concretamente, la venta de bebidas refrescantes, deportivas y energéticas enlatadas aumentó un 14%, la cerveza en lata mantuvo la excelente posición de mercado alcanzada durante la pandemia y el agua envasada en lata multiplicó por cinco las ventas de 2020. Podemos decir que la lata ha superado con altísima nota la prueba que la COVID-19 supuso para todos, reivindicándose como envase de consumo mayoritariamente domiciliario.

En cuanto a los datos de reciclado, la tasa del conjunto de latas de bebidas en nuestro país se situó por encima del 72% en 2021. Cabe destacar que la ALB ha obtenido esta cifra siguiendo la nueva y exigente metodología de cálculo establecida en la legislación europea, que busca garantizar la unificación de criterios y la comparabilidad de las tasas de reciclado entre países y materiales de envase. Bajo estos mismos parámetros, en el caso de la lata de bebidas de aluminio, la tasa de reciclado ha alcanzado el 67%. Esto no significa que no haya que seguir trabajando. Nuestra hoja de ruta para el reciclado de la lata de bebidas de aluminio en Europa tiene por objetivo llegar a una tasa de reciclado del 100% en 2030.

5. ¿En qué medida la gestión de las latas de bebidas representa ya un modelo económico circular?

Las latas de aluminio son fáciles de clasificar ya que son monomateriales y no es necesario sepa­rar de ellas otros componentes, como eti­quetas o elementos de cierre. La separación por corrientes de Foucault se realiza en todos los flujos de residuos (selecti­vos e indiferenciados) y su posterior proceso de reciclaje es increíblemente sencillo. El valor de las latas de aluminio asegura que, una vez reco­gidas, siempre se reciclarán. Si se tie­ne en cuenta la tasa de reciclaje y las mínimas pérdidas de material durante el proceso de reciclaje está claro que su desempeño ambiental es sobresa­liente y confirma a la lata como envase líder en economía circular. Y esto ocurre ante nuestros ojos y muy rápidamente: cuando un ciudadano deposita su lata en el contenedor amarillo está garantizando su reciclado y que en 60 días volverá a sus manos, en forma de nueva lata o de otro producto metálico.

6. ¿Qué aspectos deberían mejorarse en términos de sostenibilidad en el sector particular de las latas de bebidas?

Nuestro sector trabaja desde hace tiempo en tres líneas: Las continuas mejoras en los procesos de fabricación del aluminio (a través de la eficiencia energética y el uso de energías renovables), la reducción en el peso de la lata y el aumento de su tasa de reciclado. Gracias a ello, según el último Análisis de Ciclo de Vida (ACV) realizado por MPE, en los últimos diez años la lata ha reducido su huella de carbono un impresionante 31%.

7. ¿Cuáles son los principales objetivos legislativos en cuanto a reciclaje que se contemplan de cara al 2030 para las latas de bebidas?

La nueva Ley de Residuos y el Proyecto de Real Decreto de Envases y Residuos de Envases no establecen objetivos específicos para la lata de bebidas, como sí los establecen para las botellas de plástico. A ellas sí se les exige el cumplimiento de unos objetivos de recogida separada y de contenido de material reciclado. El aluminio no requiere ese tipo de medidas para garantizar que el material recuperado reingrese en un ciclo productivo de alto valor. Pero que no se fijen objetivos obligatorios para la lata de bebidas no significa que todos los que participamos en su fabricación y puesta en el mercado no estemos interesados en mejorar sus métodos de recuperación. Lo que sí queremos es que sean sistemas justos, bien diseñados y económicamente eficientes. Esperamos que los retos legislativos favorezcan a los envases infinitamente reciclables como la lata de bebidas y otros envases metálicos.

8. Una empresa fabricante de latas de bebida de aluminio ha certificado recientemente su reciclabilidad. ¿Se considera desde la asociación que tal acción ha abierto un camino para que otras empresas se certifiquen y los envasadores puedan utilizar esto como un argumento de ventas?

Sí, desde luego. La reciclabilidad, además de un elemento muy importante dentro de la circularidad del envase, se ha convertido en un fuerte argumento de venta. Pero la reciclabilidad debe ser certificada por entidades neutrales e independientes de nosotros los fabricantes de los envases, de los que los utilizan para poner su producto en el mercado y de los propios sistemas que se encarguen de su fin de uso. Deben disponer de una metodología robusta, que analice los procesos de recogida, selección y reciclado final, respaldada por los recicladores. El resultado de dicha certificación ha de ser coherente con la realidad en las plantas de los recicladores españoles.

Frecuentemente vemos envases que se anuncian nada menos que como “100% reciclables”, cuando las empresas recicladoras los están rechazando para dedicarlos a infra-reciclado, valorización energética o incluso disposición en vertedero. Eso no puede continuar. Se está confundiendo y en ocasiones engañando al ciudadano, lo que puede poner en grave peligro su confianza. Una verdadera economía circular requiere una sociedad formada y verazmente informada. De lo contrario no conseguiremos los cambios sociales necesarios para eludir la crisis climática.

9.- A nivel europeo, ¿qué países reciclan más latas de bebidas y cuáles son los que van a la cola? ¿En qué nivel se encuentra España?

A tenor de los datos publicados, los países europeos que más latas reciclan son Bélgica y Alemania. Ambos tienen funcionando sistemas obligatorios de recuperación. Bélgica con la llamada bolsa PMD y Alemania con un SDDR basado en una fianza de 25 céntimos por envase.

España se sitúa en un nivel intermedio con un sistema de participación voluntaria y tras haber afrontado un fuerte cambio de materiales en la fabricación de las latas de bebidas. Hace apenas cuatro años la práctica totalidad de las latas de bebidas en España eran de acero, mientras que ahora son de aluminio. Los mecanismos de separación existentes en las plantas de bolsa amarilla y de fracción resto han tenido que adaptarse a este cambio, pues en muy pocas de ellas existían corrientes de Foucault capaces de separar los envases de aluminio al suponer una proporción mínima de los residuos. Ese proceso de adaptación está siendo abordado y los resultados están mejorando rápidamente.

Por otro lado, los nuevos criterios de cómputo establecidos por la UE para el cálculo de las tasas de reciclado, modificarán las cifras manejadas en Europa tradicionalmente, sobre todo para los materiales poliméricos y complejos.