Cada vez son más las empresas conscientes de la importancia de recuperar y reciclar. Empresas como Frigo, Seat, Aena o Clasa incorporan la recogida selectiva de latas de bebidas y, así, colaboran con el medio ambiente. A través de la Fundación Trinijove, encuentran por una parte, una manera de ser responsables con el medio ambiente y por la otra, colaborar en causas sociales.
La Fundación Trinijove, creada hace 20 años con el fin de fomentar la formación e inserción de personas con dificultades, es pionera en la gestión de campañas de reciclado de latas de bebidas en empresas y hoteles, consiguiendo con esta actividad la inserción socio laboral de jóvenes. “Este proyecto, enmarcado dentro del llamado “Empresa social de inserción”, se encarga de dar servicio a empresas en tareas de jardinería y medio ambiente. Dentro de ésta última, se programan y realizan campañas de sensibilización, recogida selectiva y de tratamiento de residuos sólidos urbanos”, explica Iñaki Segurado, vicepresidente de la Fundación Trinijove. Empresas como Clasa, Tyco, Seat o Frigo entre otras, colaboran con la Fundación en el programa de recogida de latas de bebidas y de otros envases.
El sistema de implantación es común en todas las empresas, tal y como explica Iñaki Segurado: “Se hace un estudio previo de la zona donde se quiere realizar la campaña, se instala el punto de recogida, se recogen los envases colocándolos en el contenedor más adecuado y, finalmente, se lleva a cabo la recogida de los envases para su posterior reciclado y el mantenimiento de los puntos de reciclaje”.
En Tyco la recogida de latas está implantada desde hace diez años. Según explica Núria Martínez de la misma empresa, “tenemos un contenedor colocado en el comedor, ya que es donde se consumen más latas. Sobre el contenedor, situado en la pared, se encuentra una prensa para aplastar las latas. Diariamente el personal de limpieza vacía el contenedor y el encargado de la limpieza acaba de prensar las latas con una prensa manual más grande que la anterior. De aquí, salen unos paquetes de latas compactadas que almacenamos en la zona de residuos. Una vez al año pedimos a Trinijove que los venga a recoger”.
Según datos de la Fundación Trinijove, en el año 2007 se recogieron, en diferentes empresas, un total de 459.220,41 kilos de envases repartidos en 157 puntos de recogida, de los cuales 2.636,36 kilos eran latas de bebidas. Por empresas, en Frigo se recogieron 1.216 kilos de latas repartidos en 3
puntos de recogida, mientras que en empresas como Seat o Tyco se recogieron 700 kilos. Los datos del 2008 se están actualmente contabilizando.
La formación como eje central
La formación ambiental de las personas involucradas es un factor en el reciclaje muy importante en este proyecto. El personal de limpieza contratado es responsable de recoger las latas de bebida de las oficinas y verterlos en los contenedores de latas. “Cada año, la empresa imparte cursos de formación y sensibilización medioambiental a los empleados.”, explica Núria Martínez. Pero no sólo el personal de limpieza es formado en este campo, también se informa y motiva a los empleados de las empresas colaboradoras en este ámbito. “Los empleados están acostumbrados a llevar a cabo esta recogida selectiva y no supone ningún esfuerzo ubicar las latas en el contenedor adecuado, están muy sensibilizados con el tema medioambiental”, afirma Núria.
Juan Roca, gestor del Àrea de Mantenimiento y Seguridad de Clasa (Centros Logísticos Aeroportuarios, S.A.), hace un balance positivo de la implantación de la recogida de latas de bebidas: “La gente está muy motivada en el campo del reciclaje. Cuando hacemos cursos de formación y sensibilización medioambiental vemos que existe un gran interés”, afirma Roca.
Clasa acoge en su sede de Barcelona una exposición organizada por la Fundación Trinijove en colaboración con Arpal, Ecoembes, Ecovidrio y la Agència Catalana de Residus. Esta exposición tiene como objetivo principal dar a conocer las actividades de reciclaje que se llevan a cabo y, a su vez, sensibilizar a los empleados de las instalaciones. La información se articula a través de paneles en los que se explica el proceso que sufren los diferentes materiales desde el momento que desechan hasta que se recuperan y reciclan. Tal y como explica Iñaki Segurado, de la Fundación Trinijove: “La exposición está teniendo muy buena acogida, ya que, además de estar en el vestíbulo, que es un lugar de paso de todo el mundo, es llamativa y atractiva para la gente.” Además de esta exposición, Clasa también exhibe esculturas realizadas con material recuperado por el artista Josep Pugimart. Entre ellas destaca una realizada con latas de bebidas de aluminio.
El Ecopunto
Otro de los servicios que ofrece la Fundación Trinijove es el Ecopunto. Se trata de un sistema de recogida selectiva que separa los residuos en diferentes contenedores según su origen. Una vez están correctamente separados en cada contenedor del Ecopunto se transportan a recuperadores especializados. Es un punto de referencia de almacenamiento de los residuos valorizables como papel-cartón, envases, vidrio y fracción orgánica, entre otros.
El aluminio, un metal rentable
La recuperación y reciclaje de las latas de aluminio es la más rentable. Al producir aluminio a partir de chatarra existe un ahorro del 95% de la energía si se compara con la producción a partir del mineral primario, la bauxita. En el proceso de reciclado no cambian las características del material ya que se obtiene un producto con las mismas propiedades. El 100% del material puede ser reciclado y, además, el aluminio puede reciclarse infinitamente sin disminuir la calidad del mismo. En el proceso de reciclado de latas de aluminio no hay que eliminar otro tipo de materiales, ya que tanto la tapa como la lata son del mismo material; en general, un producto es más fácil de reciclar si está compuesto por un único material. Las latas vacías se pueden aplastar fácilmente, ocupando muy poco volumen, por lo que son fáciles de transportar. El reciclado es un proceso rentable porque el aluminio es un metal valioso: por ejemplo, las latas de bebidas usadas recogidas alcanzan un alto valor en el mercado, alrededor de 0,60 €/kg.. La reutilización es infinita, ya que el aluminio recuperado, una vez seleccionado y prensado, se funde y con él se fabrican nuevos lingotes de aluminio que se utilizan para cualquier aplicación.