Alcoa, empresa líder en la producción de aluminio, cumple 120 años. Ni más ni menos doce décadas a través de las cuales la industria del aluminio ha ido creciendo y evolucionando de manera exponencial.
Hoy en día, el aluminio es un material universal y generalizado que abunda en nuestro entorno en múltiples productos pero, evidentemente, no siempre ha sido así. La industria metalúrgica ha ido evolucionando durante el último siglo, y con ella la del aluminio. Para la fabricación de latas de aluminio, por ejemplo, se emplea una tecnología tan sofisticada como la de la industria aeroespacial. De hecho, actualmente el aluminio es el metal no férreo más utilizado del mundo, y está presente en sectores tan diferentes como el transporte, los envases, la construcción o la medicina. Se calcula que se consumen aproximadamente 25 millones de toneladas al año, que se producen cada día 300 millones de latas de aluminio en Estados Unidos y que se consumen 90 latas en España por persona y año.
En el siglo XIX, aunque ya se supiera de la existencia de este metal, aun no se había encontrado la manera de explotarlo de forma rentable a cantidades industriales, entre otros motivos, porque la extracción de bauxita resultaba una tarea costosa y difícil.Aunque ya en el año 1825, Hans Christian Oersted había conseguido separar una pequeña cantidad de aluminio impuro, no fue hasta 1854 que el químico francés Henri-Etienne Sainte-Claire Deville consiguió desarrollar un proceso para obtener aluminio en cantidades más grandes, y estableció una planta experimental a gran escala. Un año después exhibió aluminio en estado puro en la exposición de París. Por entonces, el aluminio era considerado un metal precioso, pues el kilo se vendía por cientos de dólares. Como anécdota cabe mencionar que Napoleón III se permitió el lujo de poseer una cubertería de aluminio y, además, también se usaba para hacer joyería y estatuas conmemorativas.
Por otro lado, en la Universidad de Oberlin, en Ohio, un profesor llamado Frank Jewett comentó a sus alumnos que aquél que pudiera fabricar aluminio de forma suficientemente rentable como para venderlo a un precio económico se haría rico.Un alumno, Charles Martin Hall, impresionado por lo que dijo su profesor, investigó el mineral; consiguió fabricar óxido de aluminio (alúmina) y creó su propio crisol de carbono con un baño de criolita conteniendo alúmina y pasando una corriente eléctrica a través de él. De ese proceso extrajo unas pequeñas bolas de aluminio puro; pero para seguir con sus proyectos necesitó que un grupo de seis industriales, liderados por Alfred E. Hunt, lo financiara. De ahí se creó la Pittsburgh Reduction Company.El día de Acción de Gracias de 1888, Hall y su primer empleado, Arthur Vining Davis, produjeron el primer aluminio comercial, pero para poder venderlo tuvieron que fabricar algunos productos como, por ejemplo, una tetera de aluminio. A medida que fue mejorando el proceso y desarrollando aleaciones, consiguió reducir el precio del lingote de 4,86 dólares a 76 centavos en cinco años.
A partir de 1893 el negocio fue creciendo, y el aluminio empezó a formar parte de la vida cotidiana de la sociedad. En 1907, Pittsburgh Reduction Company poseía minas de bauxita en Arkansas, una refinería en Illinois y tres fundiciones de aluminio en Nueva York y Canadá. Fue entonces cuando la compañía cambió su nombre por el de Aluminium Company of America, el que más tarde se conviertió en Alcoa Inc.
Durante la Segunda Guerra Mundial la demanda de aluminio se duplicó, y con ella su producción, que fue financiada por el gobierno federal. Pero cuando la guerra terminó, Alcoa fue vendida a empresas de la competencia.Desde entonces ha ido creciendo a nivel mundial, ampliando su base tecnológica y mejorando sus productos y los procesos tecnológicos que utiliza para fabricar aluminio. Abriéndose paso en los mercados mundiales, Alcoa ha conseguido mantenerse en el liderazgo mundial de producción de aluminio desde sus inicios.